El Emotional Journey es una extensión del Customer Journey en el que además de mapear las etapas de un usuario a lo largo de su proceso de compra, se indica el estatus emocional que tiene en cada fase de la experiencia. Estas dos herramientas en conjunto son de gran utilidad para considerar en toda estrategia de ventas.
Como lo mencionamos en el artículo “Marketing Automation: la clave para mejorar el CX y el Customer Journey”, el Customer Journey generalmente tiene cuatro etapas principales:
1) la etapa de descubrimiento,
2) la etapa de consideración de compra,
3) la etapa de decisión y
4) la etapa de compromiso.
Mientras que el Customer Journey puede tener una larga duración, el Emotional Journey puede ser más breve; al mapear las emociones del cliente obtenemos pistas para hacer un seguimiento más adecuado de las propuestas comerciales y determinar la mejor manera de cerrar las ventas.
¿Alguna vez has sentido escalofríos al realizar una compra importante? Es más factible que tengas esta sensación cuando vas a realizar una compra que implica un gasto fuerte en tu economía.
La razón es simple: al comprar cosas importantes nuestra libertad y seguridad financiera se verá impactada. Cambiamos la seguridad financiera por otras cosas que necesitamos o deseamos más. Si quieres que tus clientes compren a pesar de esto, debes considerar la anticipación emocional.
El corazón decide y la razón justifica
- Daniel López Rosetti
Hay que reconocer que cuando se trata de comprar, las personas no solamente quieren adquirir productos o servicios por necesidad En ocasiones, la gente compra productos en busca de estatus de pertenencia, o seguridad, o simplemente un placer inmediato.
En este esquema se muestra la pirámide y de Maslow, con los diferentes tipos de necesidades que puede tener un cliente:
De acuerdo con Philip Kotler y Kevin Keller, en su libro Dirección de marketing, se pueden identificar los siguientes tipos de necesidades:
Necesidades expresadas: el cliente quiere un coche barato.
Necesidades no expresadas: el cliente espera un buen servicio por parte del concesionario.
Necesidades reales: el cliente necesita un coche para trasladarse al trabajo, reducir el tiempo de traslado y sentirse más seguro...
Necesidades de placer: el cliente quisiera que el concesionario incluyera un sistema de navegación GPS en el automóvil.
Necesidades secretas: el cliente quiere que sus amigos lo perciban como una persona con éxito por su capacidad de adquirir un coche nuevo.
Pese a que las necesidades implícitas son difíciles de reconocer, tenemos una buena noticia: la existencia de una necesidad implícita es una buena señal de que el cliente quiere comprar. Para pasar a la siguiente etapa y cerrar la venta, hay que hacer explícitas esas necesidades no dichas con palabras.
La conexión que se logra con una interacción en persona aporta mucho valor, sobre todo porque para el vendedor es más fácil percibir emociones de sus expresiones y de su lenguaje corporal. En el mundo digital en el que vivimos, debemos procurar identificar estas intenciones, emociones y reacciones a la comunicación que estamos presentando en nuestras páginas, correos electrónicos, y mensajes en general. Te recomendamos leer nuestro artículo sobre el “Lenguaje corporal digital” donde exponemos tácticas para lograrlo.
Todo buen vendedor debe anticiparse a las emociones del cliente y saber escuchar y percibir su ánimo para conseguir las piezas clave de la comunicación que le ayudará a cerrar la venta. Las herramientas de Marketing Intelligence, que le faciliten una comunicación personalizada, un seguimiento oportuno durante su Customer Journey y poder documentar y utilizar las emociones durante el Emotional Journey de sus clientes potenciales, son la clave para lograr un pensamiento estratégico hacia el crecimiento y las ventas.